Reflexión: "resiliencia en Puerto rico"
20.02.2020 PoR DANIElA RAMoS CARMENATTY
La resiliencia, según la RAE, se define como la capacidad de adaptación ante un agente perturbador o situaciones adversas. Cuando adaptamos este término a la arquitectura resiliente nos referimos a que las estructuras deben tener la capacidad de crear nuevos espacios que respondan a las necesidades que presenta una comunidad en particular. Es decir, la edificación no solo tiene que ser resistente a los daños, sino que, además, debe recuperarse rápidamente para ofrecer servicios eficientes basados almacenamiento natural a la comunidad afectada. En otras palabras, nosotros como diseñadores tenemos la oportunidad no solo de brindarles seguridad a nuestra sociedad, sino que también podríamos ofrecer un poco de alivio ante terremotos, eventos atmosféricos, sociales o económicos que enfrenta nuestra isla constantemente. Sin embargo, en los últimos dos años Puerto Rico ha demostrado no estar preparado para situaciones de emergencia como son los huracanes y terremotos que tanto daño han ocasionado a la isla. Esto se debe a que vivimos en una precariedad infinita que nos impide tener servicios esenciales, como por ejemplo, vivir en una casa digna y segura. No obstante, los pocos que tienen el privilegio de gozar de recursos profesionales capaces de dar esta tranquilidad tampoco la ofrecen. Esto se debe a que los que nuevos ingenieros y arquitectos en formación recibimos una educación en donde reina el diseño solamente y no tecnologías resilientes. Como decía el arquitecto argentino Rafael Iglesias, “Hoy solamente satisfacemos al cliente, no planteamos problemas.” Por otra parte, luego de haber sufrido los terremotos en el área suroeste durante la temporada navideña parece que también la naturaleza jamaqueó las mentes de nuestros mentores, quienes hoy nos incitan a pensar en módulos resilientes y no en un diseño inservible. Por unos meses más quedará la chispa de Rafael Iglesias al decir que “la arquitectura todavía no dio todo lo que puede dar. Tenemos que recuperar la arquitectura como rol social, no como forma..." espero que este relámpago de sabiduría no acabe nunca.