
Reflexión no.3: Modernidad y Urbanismo en Central Park
10.09.2020 por Daniela C. Ramos Carmenatty
Desde finales del siglo XIX, New York se ha convertido en una ciudad industrial de producción y movimiento. Ésta, conocida como la ciudad que nunca duerme, es una de las más pobladas y activas a nivel nacional e internacional alcanzando altos niveles de rendimiento en la economía y el turismo. Así mismo, se ha destacado por la influencia artística y cultural que en ella habita demostrándolo con la diversidad en el arte, la moda y la arquitectura. Sin embargo, este estilo de vida ajetreado, de constante flujo y consumo ha perjudicado otros aspectos urbanos que, por consecuente, afectan la calidad de vida de sus habitantes.
Entre 1821 y 1855, la ciudad metropolitana cuadruplicó su población provocando una contaminación atmosférica muy elevada y el desplazamiento de zonas ocupadas por la naturaleza. Este desafío presentaba un gran riesgo a sus habitantes por la temida nube negra, situación que actualmente afecta países sobrepoblados como China. Sin embargo, los neoyorquinos se mantuvieron buscando alternativas que mitigaran el impacto de los gases nocivos antes de que la situación sobrepasara los límites. Ante esto nace la iniciativa de crear lo que la naturaleza ha establecido con el bosque del Amazonas, un pulmón que le permita a la ciudad mantener la calidad del aire. Esta idea moderna sería de gran importancia, ubicando al Central Park como el primer parque hecho en el siglo y, por lo tanto, llevaría consigo un desarrollo democrático.
Por esta razón, los diseñadores implantan el concepto de purificación en un contexto urbano. Es decir, aunque la idea busca devolverle a la naturaleza una pequeña porción de lo que le fue arrebatado no se desliga por completo de lo que sucede a su alrededor. De esta manera, mantiene una relación estrecha entre el urbanismo y el paisajismo en donde crean una composición natural con el diseño de jardines, lagos artificiales y caminos para el paso peatonal. Así mismo, el parque de casi 340 hectáreas se establecería como un oasis, uno de los pocos espacios abiertos en donde sus visitantes podrían alejarse del ruido y caos de la ciudad.
En conclusión, la ciudad de New York logró reaccionar de manera rápida ante esta situación creando una atracción de gran escala. Sin embargo, éste no es suficiente como para purificar el aire completamente, así que los efectos en la calidad del aire siguen siendo notables. También es importante reconocer que la ciudad ha continuado en crecimiento; el aumento de construcciones y fábricas se han dejado notar y el flujo constante de autos sigue incrementando los niveles de contaminación. Por esto, el Central Park se ha convertido en una idea tipológica de espacios públicos en ciudades modernas, en donde la ciudad y la naturaleza conviven en armonía. Esto lo podemos notar en los recientes proyectos de la ciudad como el High Line.
Referencias:
[1] "The New York City Evolution Animation" in YouTube. 2016. New York: A Journey Through Time - YouTube
[2] "Autumn in Central Park (NYC aerial drone footage of fall foilage)" in YouTube. 2015. Autumn in Central Park (NYC aerial drone footage of fall foliage) - YouTube
[3] Rich, Nathaniel. "When Parks Were Radical" in The Atlantic. 2016. Frederick Law Olmsted and the Creation of Central Park - The Atlantic
[4] Levine, Lucie. "”The Lungs of the city: Frederick law Olmsted, public health, and the creation of Central Park”" in The Gotham Center for New York City History. 2020. “The Lungs of the City”: Frederick Law Olmsted, Public Health, and the Creation of Central Park — The Gotham Center for New York City History